Carlos H Lozano/redpalabras.com
Texas, USA. Febrero 15/2025
El 47 manda y en lo profundo, sin límites. Semanas intensas y generando información a diario. El Presidente Donald Trump lo está arriesgando todo y con el acelerador a fondo, para no dar tiempo a reacción alguna. El impulso del Presidente Republicano se nota en tiempo real y en todo el mundo. El símbolo y estampa que marca su nuevo gobierno es la inmigración y el segundo lenguaje universal: El español.
La repercusión del cambio de nombre del Golfo de México, por el Gulf of Mexico es la “marca” de su nuevo mandato, (del segundo gobierno), hacia el vecino y aliado natural. Casi todos los buscadores “cartográficos” ya tienen la amplia masa de agua con el nombre de sus deseos. Objetivo logrado.
La agenda sobre el golfo
En enero de 2025, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América“. Esta propuesta se formalizó mediante un decreto presidencial firmado en su primer día de mandato, el 20 de enero de 2025.

Como resultado de esta orden ejecutiva, empresas tecnológicas como Google y Apple adaptaron sus plataformas para reflejar el nuevo nombre en sus servicios de mapas y navegación para usuarios dentro de Estados Unidos. Sin embargo, la agencia de noticias Associated Press (AP) decidió continuar utilizando la denominación “Golfo de México” en sus informaciones, argumentando que su audiencia es global y que solo Estados Unidos ha adoptado el nuevo nombre. En respuesta, la Casa Blanca impuso un veto indefinido a AP, prohibiendo a sus reporteros el acceso al Despacho Ovaly al avión presidencial hasta que adopten la nueva nomenclatura. Este cambio de nombre ha generado controversia y debates sobre las motivaciones detrás de la decisión y sus implicaciones en las relaciones internacionales y la percepción pública.